Cesiones: Sobre la sexuación

Sobre la sexuación

(2022)

Escribo, sin embargo. en la medida en que creo debo hacerlo,

para estar a la altura de esos casos,

para formar con ellos un par.

Lacan. Prefacio a la edición inglesa del seminario XI.

Introducción

El psicoanálisis de orientación lacaniana apunta a la reducción al mínimo de la clínica en su vertiente de clasificación nosológica. Esto lo consiguió primero Lacan reduciendo en virtud de una lectura estructuralista las clasificaciones freudianas, heredadas y reinventadas a partir de los desarrollos de la psiquiatría y la neurología de finales del siglo XIX. A la altura de 1970, Lacan había reducido la cuestión a la pregunta de qué hace el hablante con el representante de la representabilidad de lo irrepresentable del sexo, siendo que este es solo uno y puede usarse de una u otra manera o no usarse como tal. La idea de una doble elección fundante es un salto de razonamiento ante la persistencia en la práctica del modo de goce de los hablantes de la que se deriva una cierta organización o funcionamiento.

Histeria, neurosis obsesiva, y fobias por una parte, mientras que parafrenia, paranoia, manía, melancolía, por la otra, tienden a mezclarse como rasgos, de tal manera que varias generaciones de psicoanalistas se beneficiaron con la simplificación que aportó Lacan, haciendo uso para ello de los mecanismos de Verwerfung, Verdrängung y Verleugnung. Pero esa partición tenía la marca de un discurso de segregación entre lo normal y lo patológico de la época en la que había surgido. Esto llevó a paradojas como que la normalidad es la neurosis, que sirven poco a la hora de orientarse en la práctica, cuando estamos frente a la palabra de los que se dirigen a nosotros para hablarnos de su sufrimiento.

Así con la preeminencia de lo singular, cae la clínica. Pero tampoco es realista imaginar que nos libraremos de toda clasificación, aunque sea por el hecho de que es evidente que nos ponemos de manera diferente dependiendo de la transferencia que se nos dirige, además del hecho de que en nuestra orientación el psicoanalista no puede operar si no está vinculado a la Escuela, y que por lo tanto debe tener algún nivel de comunidad de lenguaje con otros. Es que el encuentro del lenguaje con el cuerpo genera corrientes de organización que pueden colegirse, y es mi opinión que Lacan cada vez más simplificó la clínica a estas corrientes por debajo de las cuales ya queda solo el arte del manejo de la transferencia en lo singular.

El elemento de simplificación es el uso que se da o no a Falo, como representante de la representabilidad de lo que no se puede representar (Vorstellungsrepräsentanz). En tanto significante y condensador de goce, es al mismo tiempo el heredero de la clínica estructural del Nombre del Padre y la puerta de apertura hacia la singularidad como modalidad de goce. El tipo de relación que se tiene o no con Falo, por otra parte, tiene un resultado deletéreo que nos orienta que es el objeto (a), en tanto plus de gozar, al que Lacan articuló tan claramente la noción de plusvalía: El plus de gozar es el resultado ruinoso en el cuerpo del hecho de que existe una alienación al discurso.

El descubrimiento freudiano de que en el inconsciente solo haya un representante para la satisfacción que pueden obtener dos categorías de hablantes, hombres y mujeres, es apenas una aproximación a la complejidad que resulta del hecho de que ese Uno es el representante de la multiplicidad en el nivel de lo específico. Si el Uno no alcanza para el dos, es entonces evidentemente desbordado por el muchos. Esto es lo que muestra el grupo de los que eligen Otra cosa, pues con esa elección demuestran que es posible hacer un rechazo del único representante y ubicar en ese lugar cualquier Otra cosa.

Y aun en el campo de los que eligen al Uno, deben repartirse más allá o más acá del filo de la cadena significante, sufriendo el uso que pueden dar al Uno para representar lo que no está sometido a esa cadena: Más allá, aspirando al goce excepcional inalcanzable, en los llamados hombres; más acá, derivando por la cadena significante misma, en las llamadas mujeres.