jueves, 14 de marzo de 2024

De cuál singularidad estamos hablando

Trabajo presentado en el conversatorio sobre Inteligencia Artificial y subjetividad en la Biblioteca de la NELcf Sección Bogotá


La queja de un usuario.

La serie de HBO Westworld cayó en desgracia hasta el punto de que actualmente no se puede ver en ninguna parte. Esto me produce un cierto eco de conspiranoia. Más allá de las explicaciones basadas en los grandes movimientos de compraventa corporativos que afectaron la producción de la serie durante la década pasada y que además culminaron con los problemas de que trajo la pandemia, me interesa pensar un poco el cambio de subjetividad que implicó el surgimiento y masificación de Chat-GPT hace menos de dos años en la concepción que tenemos sobre la Inteligencia Artificial.

Westworld se estrenó en 2016 y se desarrolló por cuatro temporadas hasta mediados de 2022. Giraba en torno al personaje de Dolores Abernathy, un robot sobre el que se había experimentado por décadas para producir un ser consciente de sí mismo. Como era tradicional en HBO, la serie contaba con una producción excelente y un guion excepcional. Como la película de 1973 en la cual se basa, protagonizada por Yul Brynner, la serie de 2016 se trata de un parque temático organizado con robots que toman conciencia de sí mismos y se sublevan contra sus crueles amos, gente rica que iba a disfrutar haciendo lo que les viniera en gana con las máquinas humanoides, sin ningún límite moral.

lunes, 19 de febrero de 2024

La paz de la singularidad

Presentación en las Jornadas de Cartel de la Sección Bogotá de la NELcf el 3 de febrero de 2024

Reina la angustia

He sufrido mucho durante los últimos dos años. La invasión rusa de Ucrania me ha devuelto a la afición de intentar despertar. Durante este desierto no puedo dejar de estar en Twitter, actualizado de los últimos acontecimientos. Si uno se propone aprender a navegar ahí, puede enterarse en tiempo real de los acontecimientos que recorren como olas la superficie de lo contemporáneo.

Reina la angustia. Es por ello por lo que sabemos que el real no da tregua y tenemos noción de que está desbocado. La angustia es la experiencia del tiempo como un real, es decir, del tiempo como lo que se opone al ser en el que soñamos. Es la señal de que, ante la imposibilidad del despertar, podemos aun percibir el cambio en la textura del sueño. Del sueño infantil a la pesadilla, y de la pesadilla al fantaseo en vigilia, ahí tenemos los tres estados freudianos entre los cuales nos movemos. Más angustia o menos angustia, es la señal de que estamos pasando de uno de esos estados al otro, por ejemplo, una angustia excesiva puede cuestionar el sentido mismo de la realidad que se fundamenta en el fantaseo en vigilia o una ausencia de angustia puede convocar a los demonios de la repetición para asegurarnos de que no estamos saboreando los fonemas de las fresas y las frambuesas[1].