jueves, 28 de abril de 2022

Los imposibles imaginarios y el poder político de la impotencia


 Estando muy joven luego de un par de seminarios que algunos miembros de la escuela lacaniana dictaban en la universidad, formé parte de un cartel por primera vez. Mis compañeros de dispositivo tenían cierto recorrido y quien funcionaba como más uno mantuvo el orden necesario para que la mayoría alcanzáramos a producir algún texto. Como estudiaba sociología y aún no me había graduado, pero había encontrado en el psicoanálisis lacaniano una seriedad que me atrapó para siempre, tenía la fantasía de producir un mapa mundial con los síntomas sociales que me sirviera como tesis de grado. Por supuesto esa fantasía se desvaneció en el mismo ejercicio de escritura que me llevó a presentar como producto en unas jornadas de la escuela la crítica de la noción misma de “síntoma social”.