viernes, 20 de marzo de 2015

Poder gozar



Este trabajo es un comentario que hice al corto NEXT FLOOR el día 19 de marzo de 2015, en los espacios de la gente de 


Para leer ese “poder” de las dos maneras. Como verbo y como substantivo. Como verbo es la aspiración que anida frente al agujero que no se quiere registrar sino como quebrantamiento de un orden, como pérdida de una dignidad o de un derecho. En cuanto substantivo hay que pensarlo como esos atributos de los dioses del panteón contemporáneo, que en la cultura de masas se expresan, como es debido bajo el esquema actual de cosas, polarizados bajo los significantes Marvel y DC. Poder gozar entonces como la pregunta y como la respuesta también. Como el escenario que se despliega en falso y como la escena que se monta sobre éste. Poder gozar y el poder de gozar. Es tanto “Si yo pudiera” como “El poder que tengo”. Tal despliegue no puede sino mostrar una esencial impotencia en relación con el acceso a este goce que se escabulle, que se ramifica, que tiende a singularizarse para mejor funcionar como señuelo y como anzuelo.

En noviembre de 2008, año de la aparición de este corto, fui invitado gracias a mi amiga Michaelle Ascencio a un desayuno en una casa de bolsa, el objetivo era conversar acerca de la crisis financiera que se había desatado en septiembre de ese mismo año. A los que estábamos ahí nos explicaron la crisis y uno de los personajes importantes, que había trabajado en Wall Street, nos dijo muy claramente que “luego de esta crisis el capitalismo no iba a volver a ser lo que era”. Recuerdo la sensación de extrañeza, ese tipo de retórica la había escuchado innumerables veces de la gente de izquierda en la universidad, pero jamás me imaginé escucharla de alguien habituado a trabajar en las entrañas del sistema.