4) Hacia el problema de la singularidad

 

a)       Desde la perspectiva del seminario XX, falta tiempo todavía para que Lacan en su enseñanza pase del S1=Falo a otro S1, y todavía más tiempo para que Miller aclare este paso en El Ser y el Uno, pero podemos pensar el discurso analítico como aquel que es capaz de aislar de la cadena significante a Falo, mediante un algoritmo. Es decir, pasar a Falo reducido a su valor de uso, que ya no responde a lo universal con el que el grupo 1 se organiza en una jerarquía o con el que el grupo A se hace representar más o menos violentamente por la vía de la sumisión o del rechazo.

b)      ¿Cuándo ubicar este S1 nuevo? Hay que decir que el S1 en Lacan se va haciendo equívoco, y nos podemos aproximar a su equivocidad escribiéndolo sea en la cadena metaforizando y produciendo al sujeto, metaforizado por el saber o interpelado por el sujeto como en los otros tres discursos, o como producto, separado del saber, ex-sistiendo en el discurso analítico.

c)       Como parte de la cadena o incrustado en el discurso, es Falo. Producido, es goce singularísimo (Lacan, Seminario XX, Pág. 114).

d)      Para los sexuados:

i)        La elección de inscribirse con S1 en la cadena genera la sexuación;

ii)       De la doble elección fundante procede el S1 como modalidad, como especificidad de inscripción cuya causa es el modo de enganche del significante en un cuerpo, desde donde ocupa el lugar de objeción a la estructura.

e)      La modalidad es el clinamen que permite a cada hablante tener un nombre de goce específico, el cual solo se destila mediante la transferencia:

i)        En el grupo A siguiendo el camino de su vínculo especial con el Significante de Atachado, lo cual modera los efectos de su relación mortífera con el goce fálico;

ii)       En el grupo 1 desincrustando su metáfora fálica de las jerarquías ansélmicas donde existe;

iii)     En el de los que se organizan con Otra cosa, esto no se obtiene por un procedimiento, sino que se encuentra de entrada y se lleva hasta sus últimas consecuencias, moderando los efectos de su doble elección fundante, como para todos los demás.

iv)     Con los sexuados, el psicoanalista, que suele estar sexuado también, debe hacerse bilingüe antes de desembocar en el poliglotismo donde ha tenido que funcionar desde el principio con los que se organizaron con Otra cosa.

v)       Un psicoanalista es alguien que quiere reducir la estructura a la modalidad de inscripción que inventa cada uno.


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