viernes, 2 de mayo de 2025

Corte e interpretación. Enunciado y enunciación

Hay de lo Uno como primicia de lo que vendrá. Ese-uno es prenda del sinthome y prueba de que hay un real.

Partamos de las siguientes cuestiones:

  •       La política es avalar el significante nuevo cada vez que emerge (Omaira Meseguer).
  •       El significante nuevo es lo que urge en la urgencia de la que nos habla Lacan en el Prefacio.
  •       El trabajo analizante se realiza en su producción de dicho significante nuevo, cuyo fundamento económico es el intercambio del goce del síntoma por el placer que produce el trabajo analítico.
  •       La posición del analista consiste en ponerse a la espera y su acto en crear un vacío donde este significante nuevo pueda escucharse y emerger.

miércoles, 12 de marzo de 2025

Clivajes en la clínica

Cura el curandero, pero también el curador. El psicoanalista es ahí quien dirige la cura que hace el hablante sobre su propio síntoma, su posición es la del curador de una obra en progreso. Es de esto de lo que es responsable de manera irrenunciable. Sin poder esconderse en la coartada de que no existe el psicoanalista. Si no existe el psicoanalista es como que no exista la mujer. No existe en tanto que universal, pero eso no impide que tengan que arreglárselas con existir una por una.

El problema de la no existencia se resuelve en parte por medio de lo que existe, que es el significante. No queda otra alternativa, y el significante “psicoanalista” existe en la cultura, es un hecho. Y es un hecho que Lacan los emancipó al hacerlos autorizarse de sí mismos, cosa que él plantea como de Perogrullo, como si cayera por su propio peso.

¿El saber clínico viene a parasitar su pureza singular, el ideal beatífico de su inexistencia? ¿O como todo singular, el nombre de psicoanalista solo se alcanza por medio de la dialéctica de lo particular y lo universal, que implica el saber clínico?