Para extender el psicoanálisis, que no masificarlo, debe hacerse simple. "Lo simple y lo complejo" es una distinción diferente de "lo fácil y lo difícil".
Lacan apostaba por lo simple, por la llave. La llave es lo que sirve para abrir o cerrar. Si no abre o cierra, no sirve para nada. Lo simple puede llegar ser muy difícil de obtener.
El psicoanalista puede verse tentado a presentarse como complicado, para diferenciarse de las exigencias del mercado, que vende lo fácil. Esto es un error.
Frente a las complicaciones el psicoanálisis no opone las salidas fáciles, sino la simplicidad cortante. Es por su potencia para simplificar los vericuetos de las periferias de la existencia, que el psicoanálisis puede contagiarse en el tejido social.
Para transmitir el psicoanálisis, en el sentido de contagiarlo y de explicarlo, hay que mostrar que no es que es demasiado complejo, sino que es imposible de captar en toda su simplicidad.
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