martes, 19 de noviembre de 2024

¿Qué es posible en un psicoanálisis a distancia?

Texto de la presentación en el evento de la UNAD Encuentro de saberes: Desafíos para la Atención de Salud Mental en la era digital

Se hace lo que es posible, lo imposible no se puede hacer.

Este principio que parece de Perogrullo delinea lo que los psicoanalistas que seguimos a Lacan llamamos un real, pues el real de Lacan al oponerse a lo posible se define como lo imposible.

Al marcarse lo imposible, en el sentido de lo que hace un futbolista con otro en la cancha, se alivia la tendencia neurótica a la impotencia que está sostenida sobre los ideales que lo recubren, lo relativizan y lo vuelven borroso en el nombre de lo bueno, lo bello o lo verdadero. Sobre todo, en una época que insiste sin ninguna clase de vergüenza en que todo es posible.

La pandemia nos obligó a pensar en lo que era posible para el psicoanálisis cuando el encuentro de los cuerpos estaba seriamente impedido. En mi práctica ya me había encontrado en circunstancias similares, como las migraciones masivas o las protestas generalizadas en Venezuela durante la década pasada. Pero nada se comparaba con esta suspensión simultánea de la presencia a nivel global durante los aislamientos causados por la pandemia.

viernes, 15 de noviembre de 2024

Encuentro de saberes: Desafíos para la Atención de Salud Mental en la era digital







sábado, 9 de noviembre de 2024

El análisis: un margen frente a la incertidumbre

Participación en el seminario de la Sección Clínica de Caracas "Las paradojas de la agresividad"
8 de noviembre de 2024



Un amigo me preguntó si el psicoanálisis era una carrera. Atiné a responderle que era más bien un oficio. Me faltó la agudeza en el momento para responderle "sí… contra el tiempo".

A quienes participaron en las recientes jornadas de la NEL en Bogotá, el título les evocará la enseñanza de Carolina Koretzky, al final de la cual plantea que el análisis otorga un margen. Trataré hoy de articular de qué margen se trataría, puesto que su esencia es que se trata de un margen de tiempo.

Pero ¿Cuál es el estatuto de este tiempo? No es el tiempo lógico, ni el tiempo cronológico. Tiene un carácter eminentemente subjetivo, pero sobre todo un valor de goce. El tiempo del goce es el de “estoy perdiendo el tiempo”, “no tengo tiempo para nada”, “me estoy quedando sin tiempo”, “contigo siento como que el tiempo no pasa” o “a dónde se me fue el tiempo”.