Ruptura material de la cadena
significante
El trabajo
teórico en psicoanálisis se realiza principalmente en la lectura de textos. En
el octavo principio del acto analítico se recuerda que “La formación analítica,
desde que fue establecida como discurso, reposa en un trípode: seminarios de
formación teórica (para-universitarios), la prosecución por el candidato
psicoanalista de un psicoanálisis hasta el final (de ahí los efectos de
formación), la transmisión pragmática de la práctica en las supervisiones
(conversaciones entre pares sobre la práctica)” (LAURENT, 2006) .
Comparemos más
detenidamente la comprensión hermenéutica y la disciplina del comentario de
textos. Si tomamos el camino de la primera, la teoría es un insumo del discurso
para producir un sentido nuevo, si elegimos el segundo camino la teoría
psicoanalítica debe ser tomada como experiencia congelada, análogamente a como
se dice en la teoría de la relatividad que la materia es energía congelada.
“Todo el mundo sabe que de una silla se puede obtener energía. Para ello sólo
se necesita partirla en pedazos y meterla en una estufa, antes de que aparezca
el dueño. Pero, ¿se convierte entonces efectivamente la materia en energía? La
respuesta es negativa. Lo único que ocurre es una reordenación de los
componentes de la madera. Los núcleos de los átomos y los electrones que giran
alrededor de ellos no son destruidos por el fuego, sino simplemente combinados
entre sí y con el oxígeno del aire de una manera distinta, proceso en el que se
desprende calor.” (La teoría de la relatividad)
Siguiendo esta
analogía, la comprensión hermenéutica consiste en una combinación de los
elementos significantes para obtener un sentido alternativo al que había
previamente. Como lo que hace el ladrón de sillas del ejemplo que hemos tomado,
donde la recombinación de los elementos produce una liberación de calor, en
esta recombinación de los elementos significantes que es la comprensión
hermenéutica se produce un plus de sentido, separado del goce específico de ese
sujeto. Se comprende para no saber nada.
En la
disciplina del comentario de textos se trata de otra clase de trabajo: “…la
materia no sólo puede ser transformada, sino que también es posible hacerla
desaparecer por completo. Puesto que vivimos desde hace ya casi medio siglo en
la era atómica, sabemos que esta transformación de masa en energía se puede
conseguir por dos vías: o bien dividiendo en dos los núcleos de un átomo
(fisión) o bien fundiendo entre sí los núcleos de los átomos (fusión).” (La teoría de la relatividad)
Se trata de la
producción de un significante aislado mediante dos caminos: una separación de
la cadena significante o el descubrimiento de una unidad oculta en una aparente
separación, es decir, una fisión o una fusión de la cadena significante.
Mediante la destrucción material de la cadena y la caída de una letra, se
produce un significante aislado (S1).
Así como la
fisión y la fusión nuclear producen la destrucción de materia y la liberación
de energía pura, de esta producción del S1 resulta una modificación del sujeto
que consiste en un plus de orientación. La destrucción material de la cadena
significante produce una modificación en su práctica, un efecto de formación.
De manera
colateral en la fisión y la fusión parte de la liberación de energía se
transforma en calor, un calor muchísimas veces mayor, incontrolable. Así los
efectos de formación llevan aparejados efectos de sentido que se muestran
paradójicos, incontrolables. Efectos de contrasentido.
En un efecto de
formación no se produce una destrucción de sentido, lo cual es imposible, sino
una explosión de sentido paradójico y gozoso del cual hay que tomar distancia,
del cual la presencia de la paradoja es un indicador. Puede sentirse en el
cuerpo y su transmisión constituye el agalma
de una enseñanza.
Una manera de
aproximarnos al texto que no es privativa del discurso analítico, pero de la
que sólo este puede dar cuenta de lo que se trata. Es una lectura que recibe
los efectos de la autorización que en el dispositivo le da el analista al
sujeto para el libre encadenamiento significante. La asociación libre es
definida en el segundo principio de un modo amplio: “El psicoanalista autoriza
a tomar distancia de los hábitos, de las normas, de las reglas a las que el
psicoanalizante se somete fuera de la sesión.” (LAURENT, 2006) La regla
técnica fundamental es una puesta al límite de las leyes del encadenamiento
significante que al estar reprimidas, retornan creando sueños, lapsus, olvidos,
así como actos fallidos y síntomas. Recordemos que Lacan subraya la ironía de
Freud al llamarla libre, cuando por su despliegue se muestran precisamente las
cadenas que a uno lo amarran (LACAN, La dirección de la cura y los principios
de su poder, 2006, pág. 596) .
Para que el
trabajo teórico con los textos esté orientado a la formación psicoanalítica, y
no se confunda con una comprensión hermenéutica, debe estar orientado por lo
que constituye el corazón de esa misma formación, el análisis propiamente
dicho. Un “fin del análisis” que debe ser entendido con el equívoco de que no
sólo se trata de su término, sino también de su finalidad estratégica (LACAN, Prefacio a la edición inglesa del
Seminario 11, 2012, pág. 600) . Por lo tanto
en la orientación de la cura los efectos de formación se verifican desde el
inicio del tratamiento y abarcan los campos político, clínico y epistémico.
Graciela
Brodsky en su testimonio como Analista de la Escuela nos ha recordado que este
fin de análisis está designado también como “reintegrar el deseo a su causa”,
es decir que el analista funge como suplencia del objeto mientras se produce
este acontecimiento. Un sujeto se está formando para reintegrar el deseo a su
causa.
Para plantear
que en la disciplina del comentario de textos se dan efectos de formación
análogos a los que se dan en el transcurso de un análisis, lo primero es notar
que si en la universidad se da por descontado que leer produce una formación,
en nuestro caso hay que plantearse el problema de cómo y en qué circunstancias
leer produciría formación. Según el primer principio del acto analítico “La
interpretación se manifiesta tanto del lado del psicoanalizante como del lado
del psicoanalista. Sin embargo, el uno y el otro no tienen la misma relación
con el inconsciente pues uno ya hizo la experiencia hasta su término y el otro
no.” (LAURENT, 2006) . Los efectos
de interpretación fuera del dispositivo, que se dan en el psicoanalizante
durante su análisis también pueden tener efectos de formación, siempre que se
tenga en perspectiva el fin de un análisis. Esto es algo que cualquiera que
esté en el dispositivo puede verificar.
Lo que se llama
la interpretación psicoanalítica, los efectos de verdad en psicoanálisis, lo
son en la medida en que funcionan en contrasentido al trabajo del inconsciente,
es decir, que la interpretación analítica, que se manifiesta según el primer
principio, tanto del lado del analista como del analizante, deberá producir S1.
Sólo que del lado del analizante este S1 tenderá a reencadenarse, y del lado
del analista no.
La
interpretación analítica yendo en contrasentido de las leyes del proceso
primario, no debe producir un nuevo sentido, sino efectos directos en el modo
en que el sujeto se relaciona con el objeto, es decir, producirá efectos de
formación psicoanalítica orientados a esta reintegración, aunque ni se le haya
pasado por la cabeza funcionar algún día como analista. Por ello en la orientación
lacaniana el único psicoanálisis que existe es el de formación, es decir, el
psicoanálisis puro. De alguna manera podemos decir que la finalidad del
psicoanálisis puro no tiene nada que ver con la formación de un psicoanalista
en el sentido de alguien que realice ese oficio, y el hecho verificado de que
alguien decida ocuparse de ese trabajo será otro efecto colateral del único
análisis.
Fisión y fusión
como productos de la ruptura material de la cadena significante en el proceso
de formación analítica, son el reverso de metáfora y metonimia como leyes del
proceso primario del trabajo del inconsciente. Se trata de examinar el modo
como leemos, si está orientado a la producción de sentido, o a la de efectos de
formación, si apuntamos técnicamente a la fusión y fisión significante, con la
consecuente destrucción material de la cadena significante con un violento
despliegue de contrasentido, o si por el contrario producimos un nuevo sentido
con el cual sentirnos cómodos.
Se trata de
producir una ruptura de una continuidad muy específica, y en un momento muy
específico. La ruptura de la que se trata no es una metáfora sino una analogía,
pues así como en la física es un hecho material, en psicoanálisis se trata de
un hecho de discurso que consiste en la ruptura material de la cadena
significante en virtud de los efectos de verdad y de la interpretación
psicoanalítica.
El
psicoanálisis puede plantearse una ruptura en la continuidad de la formación
analítica de un determinado sujeto. Ruptura que se manifiesta como momentos de
concluir a lo largo del tiempo sin que haya conclusión definitiva en relación
con la teoría.
Lo que buscamos son juicios
resolutorios cuyo efecto de verdad, señalado por un contrasentido, abra como
una llave la vía para nuevos juicios resolutorios. Significantes unarios que
contienen una utilidad restringida a la propia formación, pero que modifican la
propia práctica y que si pueden ser transmitidos, producen efectos de enseñanza
y de escuela. Esto plantea una ruptura en la continuidad, porque para poder
transmitirlos hay que remitirse a la teoría, que pasa aquí de premisa de una
conclusión a soporte de una mostración frente a la Escuela. Como estos
significantes pueden remitirse más a su propia materialidad que a otro
significante, son equivalentes a letras que pueden dar testimonio del acto de
ruptura material de la cadena significante. No representan al sujeto, sino que
son el producto de la relación de causación del sujeto por un determinado
objeto, cuyo lugar ocupa provisionalmente un psicoanalista, mientras se produce
el acontecimiento de la reintegración del deseo del sujeto a su causa.
Trabajos citados
La
teoría de la relatividad. (s.f.).
Recuperado el 01 de 04 de 2014, de Escolar.com:
http://www.escolar.com/article-php-sid=32.html
LACAN, J. (2006). La dirección de la cura y los
principios de su poder. En Obras escogidas I. Barcelona: RBA.
LACAN, J. (2012). Prefacio a la edición inglesa del
Seminario 11. En Otros escritos. Buenos Aires: Paidós.
LAURENT, E. (2006). Principios rectores del acto
analítico. Recuperado el 01 de enero de 2014, de
http://ampblog2006.blogspot.com/2006/09/principios-rectores-del-acto-analtico.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario