Hablar de psicoanálisis a médicos residentes en pediatría, en un hospital llamado La Misericordia. Esta idea me obsesionó desde que pude juntar todas las piezas de la invitación que me hizo la Dra. Ximena Cortés.
Ustedes deben
saber que los hospitales fueron un invento cristiano en el contexto del Imperio
Romano, que obedeció al impulso evangélico de las llamadas obras de
misericordia corporales: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed,
y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me
vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme."
(Mateo 25: 35-36)
Aquí no estoy visitando a los enfermos, sino a los médicos, por lo tanto, esta acción no se me contará en el juicio final como una obra de misericordia.