La construcción y presentación de
casos responde a aquella premisa del control interno y externo que abre con el
Acto de Fundación de Lacan el proyecto de una institución que pueda soportar
los efectos de la formación y del discurso psicoanalítico. Esto plantea una
serie de problemas topológicos sobre el adentro-afuera, así como sobre las
transformaciones enunciativas que se operan durante el proceso de formación
psicoanalítica.
Nada indica que el hablante no podría hablar solo, pero al hablarle al Otro se le sujeta y se equivoca, dice más de lo que piensa que dice y menos de lo que querría decir. Así se abre la posibilidad de que al devolvérsele algo de su propio mensaje invertido, capte un punto ciego en un análisis que dirige siempre sin saber muy bien cómo lo hace.