Comentario aluvional del seminario “Causa y Consentimiento”
de Jacques-Alain Miller.
Problema
¿Qué es primero en la cadena causal, el significante o la
Cosa?
Premisa: La causa es lo que cojea, lo que falla.
Una parábola del mercadeo
En los años setenta la General Motors recibió una carta en
la que un cliente les decía: "en mi familia tenemos la tradición de comer
helado todos los sábados después de la cena. Van a creer que estoy loco pero
desde que compré un Pontiac, el carro falla cuando compro helado de vainilla.
Con cualquier otro sabor no pasa eso". La carta dio mucha risa en la
empresa y llegó al presidente quien mandó a investigar. Un ingeniero se fue con
el tipo de la carta e hizo la rutina de comprar el helado. Efectivamente el día
en el que compraron el de vainilla el encendido del carro falló. Cuando
compraron el de otro sabor, no.
El ingeniero se obsesionó con esto y fue tres noches más. La
segunda compraron chocolate, y el carro no falló. La tercera vez compraron
helado de fresa y el carro encendió. La cuarta noche volvieron a comprar
vainilla y no encendió. Entonces el ingeniero descubrió que el helado de
vainilla estaba más cerca de la caja. El tiempo que tardaba el conductor entre
apagar el carro y volverlo a encender era menor y los gases de combustión no se
habían disipado, entorpeciendo la ignición. La causa no era que el carro fuera
alérgico a la vainilla. Un final feliz para el ingeniero, que seguramente pudo dormir
reduciendo la causa a una ley, para la General Motors que cambió el mecanismo
de arranque de sus carros y para el consumidor al que le dieron un carro nuevo,
que no fallaba cuando compraba helado de vainilla.