miércoles, 30 de abril de 2014

I am no man



En la tercera película de la saga basada en el “legendarium” de Tolkien. La Princesa Eowyn pelea con el temible y arrogante Rey Brujo de Angmar. El diálogo pierde parte de la poesía del texto original pero gana una enorme precisión.

Ella le advierte que lo matará si le hace daño al Rey Theoden, su tío que la había criado como a una hija. El Rey Brujo se burla de ella en virtud de una vieja profecía: You fool, no man can kill me. Die now. (Insensata, nadie puede matarme. Muere!) Y ahí es donde aparece este juego de palabras que el guionista de la película arranca de la enunciación de Tolkien. Ella le responde: I am no man. (Soy "no man") Y clava la espada en la máscara que rodea el vacío, substancia del horror que causa el Rey Brujo, acabando con él.

Toda la secuencia del personaje había sido su triste resentimiento por no ser tratada como un guerrero, pero sin saberlo, ahí estaba la clave para asestar su golpe. Ella no se presenta sencillamente como una mujer, es la “no-man”. En inglés esta expresión también es equivalente a nadie, por eso se da el equívoco que aprovecha el guionista para convertir la profecía del texto tolkieniano en un oráculo digno de Delfos. Ella es la “no-hombre”, uno podría decir que de todos los modos que existen en la lengua para decir mujer (on dit femme), esta difama de una manera menos foolish, por algo fue la que usó Freud.