domingo, 23 de febrero de 2014

Fragmentos de "Zombis, Rinocerontes y la verdad en Psicoanálisis"

Carlos Márquez

Algunos fragmentos de "Zombis, Rinocerontes y la verdad en Psicoanálisis" que pueden ser de utilidad en este momento:

"Nuestra época aprendió que se puede capturar el deseo mejor si se convence al sujeto de que está oponiéndose a algo. Por eso hoy todos somos revolucionarios y contestatarios y todos estamos indignados... Con un resultado paradojal: mientras más contestatarios, más alienados en una espiral que sólo puede ser rota a partir de pasajes al acto fundamentalistas, traiciones inevitables a los propios ideales extremadamente exigentes o resignaciones que se convierten en dolorosos duelos." (Pág. 18)


jueves, 13 de febrero de 2014

Jacques-Alain Miller: Anguila

Jacques-Alain Miller
@jamplus
Publicado en Página 12

El inconsciente no conoce el tiempo, pero el psicoanálisis, sí. El psicoanálisis da lo que Stendhal llamaba “la audacia de no ser como todo el mundo”. Ahora bien, hoy en día, todo el mundo aspira a no ser como todo el mundo. Este era indudablemente el caso de Lacan y su modo de no ser como todo el mundo le fue por otra parte a menudo reprochado. En relación con la política, él enseñaba sobre todo la desconfianza respecto de los ideales, de los sistemas, de las utopías, que siembran el campo político. No creía en las leyes de la historia. Ni una palabra permite creer que mantenía la idea de una ciudad radiante, ya sea situada en el pasado o proyectada en el futuro. Ni nostalgia, ni tampoco esperanza, sino una gran sobriedad respecto de la política, acompañada de numerosos comentarios que iban desde la ironía hasta el cinismo, marcados por sarcasmos y burlas, que subrayan que la política es a la vez cómica y asesina. De las Memorias del cardenal de Retz había retenido lo siguiente: “Siempre son los pueblos los que pagan el precio del acontecimiento político”. Describía también al conquistador, llegando siempre con la misma orden en la boca: “¡A trabajar!”. Para Lacan, la alienación al trabajo era un hecho de estructura, pero que no introducía una revuelta colectiva propiamente dicha, la lucha de clases alentando a los explotados a combatir para convertirse en los explotadores de mañana. Resumiendo, diríamos que en el campo político Lacan estaba en contra de todo lo que está a favor.

martes, 4 de febrero de 2014

Carolina Rovere: El deseo no es la comodidad

Carolina Rovere
@carorovere
Los psicoanalistas que seguimos a Freud y Lacan hablamos todo el tiempo del deseo, pero muchas veces se malentiende su estatuto porque se confunde deseo con comodidad. El deseo no significa hacer lo que uno tiene ganas, o como se dice vulgarmente "lo que a uno se le canta", sino más bien hacer acorde a lo que nos hace falta.

Eso que nos hace falta, es aquello que nos causa. Y aquí radica toda la tragicomedia de los seres humanos, ya que se sufre de insatisfacción o de imposibilidad, dos modos neuróticos de gozar de la privación, al no permitirnos acceder a lo que realmente queremos. Así se retrocede o se cancela la búsqueda en pos de los mejores argumentos.